miércoles, 7 de junio de 2017

La productividad en la Histotecnología. ¿Es realmente un factor determinante de la calidad?



La productividad, hace referencia a una relación conceptual entre lo que ha de ser la ejecución de una actividad, aunado a los medios que han sido necesarios para obtener dicha tarea productiva VS el tiempo promedio que quien realiza la misma, se tarda. 

Partiendo de esta relación conceptual entre actividad y tiempo, en la mayor parte de las empresas en las que manufacturar un producto es el único objetivo, se plantea que; un trabajador fuera del área administrativa, está apto para cubrir un cargo operativo en una línea de producción de una determinada área, cuando, más allá de sus conocimientos y fundamentos teóricos, este es entrenado para dicha área, y es comparado con otros trabajadores previos, obteniendo que su desempeño en dicho proceso es realizado en el menor tiempo promedio posible. Este suele ser el escenario de contratación más común, en vista de que, en un menor tiempo de espera para entrega del producto final, de resultados y en definitiva, con una mayor capacidad de respuesta ante un volumen de trabajo exacerbado, suele estar, el interés del jefe empresarial. 

En este sentido, observamos que si sabemos ejecutar una determinada tarea, de forma rápida, podemos tener mayores probabilidades de ingresar a una empresa que nos hace evaluaciones previas a la obtención del trabajo. Pero que la forma de filtrar al candidato, es realizada de manera muy mecánica, pues está basada en el modelo de Tylor, el cual no busca otra cosa que eliminar los movimiento innecesarios realizados en una determinada actividad, para hacerla más fácil, con menos esfuerzo mental y físico para el trabajador, por tanto, quien menos movimientos realice, menos esfuerzo mental y físico ponga en evidencia para ejecutar una determinada tarea, este, llevará las de ganar en una empresa. Esto, sin duda, suele ser un concepto muy superficial, que deja muy de lado al conocimiento como herramienta fundamental en la calidad implicada dentro de la ejecución de los procesos. Además, para nadie es un secreto que, esto es así, porque, los jefes empresariales quieren producir más, con menos, para disminuir costos y ganas más dinero. Es decir, el objetivo de contratación laboral, suele estar un tanto orientada a intereses mercantiles, y esto no es malo, lo malo ha de ser la forma en la que se contrata al personal, quienes muchas veces suelen ser excluidos, por no cumplir con los estándares de tiempo promedio de ejecución de actividades en las empresas, pero que suelen ser personas que llevan consigo un gran potencial en conocimiento, y que plantean soluciones viables a determinadas situaciones empresariales, y que precisamente por cuestionar los procesos, son mal vistos y no representan objeto de contratación. En este sentido, es que debemos replantearnos el concepto de tarea. Y no pensar en qué tarea debemos hacer, sino de qué manera la podemos hacer mejor, con mejores personas.

De esta forma podemos observar, como dentro del concepto de productividad anteriormente descrito en el principio del artículo, no se guarda relación alguna entre el tiempo, la ejecución de la actividad y los medios necesarios para ejecutarla, es decir entre los conceptos que engloba la productividad, y lo que es de mucho más valor aun que lo anterior, el conocimiento. Esto, porque muchas veces una persona puede aprender a hacer una determinada tarea, y terminarla en el menor tiempo posible, pero no necesariamente quiere decir que esta sea culminada de la mejor manera, desde el punto de vista de los más altos estándares de calidad, por que desconoce los verdaderos fundamentos de la actividad que ejecuta, que de conocerlos, mejorarían ineludiblemente la calidad. Por lo que, la profundidad del proceso a ejecutar, donde está inmerso el conocimiento, para que de este emane calidad, no debería quedar rezagado o sucumbir, es decir, como punto a evaluar en último término en el mejor de los casos, y en el peor, no ser evaluado, cuando de contratar personal se trata. 

Además de ello, no podemos evaluar a una persona, única y exclusivamente por las necesidades empresariales, sino por lo integro de la persona, en relación a lo que esta conoce de su profesión, y que nos puede ayudar al desarrollo de la empresa misma, resultando ser más de lo que buscábamos y esperábamos.

Para comprender el fenómeno que anteriormente se explica, veamos un ejemplo, dentro del contexto histotecnológico, planteando a continuación la siguiente situación;

Un Histotecnólogo es llamado para asistir a una entrevista para laborar en un determinado laboratorio de la ciudad, de inmediato al asistir, a este le es preguntado, por parte del patólogo encargado de la jefatura, más allá de su conocimiento integral, lo siguiente:

-¿Sabe Ud. Cortar? 

Si, en efecto, para ello me he preparado profesionalmente. 

-Entiendo, ¿De qué Universidad viene?

De la Universidad XXXX

-Comprendo. De esa universidad han venido varios, y no saben cortar, no les enseñan bien, sin embargo vamos a probar con Ud. una semana. 

A lo que el Histotecnólogo un tanto consternado por las afirmaciones, con relación a su universidad y a sus compañeros a fines, responde:

¿Por qué Ud. afirma que no sabemos cortar los que hemos sido egresados de esta Universidad? Yo se cortar, para ello me he preparado. Y he tenido muy buenos profesores en el área. 

-Bueno, vamos a probar durante la semana mencionada. 

De inmediato y sin indagar en alguna u otra aptitud profesional relacionada con la Histotecnología. El patólogo (empleador), le pone un periodo de prueba con énfasis en microtomía, durante 7 días. 

Este, día tras día , durante una semana, es evaluado única y exclusivamente en el área de microtomía, recibiendo distintos volúmenes de biopsias para cortar, de forma creciente (30, 50, 100 bx), siendo cuestionado por su técnica constantemente, la cual este fundamentaba científicamente por que la ejecutaba de una forma determinada, a lo que a este le respondían, con la pequeña afirmación de que no debía ejecutarse de esa manera, porque toda la vida ellos lo habían hecho de una forma determinada y les había resultado, y con esta forma de trato, Hasta el día 7, el Histotecnólogo culminó su período de prueba. 

Posteriormente fue llamado para saber si en definitiva, había pasado la prueba o no, y este se encontró con la siguiente respuesta:

-No te vamos a contratar por que no estas apto para laborar en el cargo que tenemos vacante para esta institución, porque no has podido cumplir con la meta promedio de corte diaria de nuestro laboratorio, necesitas ser más rápido. Gracias de igual manera, quizás en otra oportunidad.

Luego de esta pequeña historia, fijémonos en lo siguiente, volviendo al punto de partida del presente artículo, la productividad:

  1.  Desde un principio al Histotecnólogo se le ha preguntado si sabe cortar, y en primer lugar, esto ha de ser una pregunta un tanto molesta, poco profesional y hasta un tanto falta de respeto, en vista de que ambas personas, tanto el patólogo, como el Histotecnólogo, ambos, se han preparado durante un tiempo universitario determinado, para cumplir un rol profesional característico que los acredita en una determinada área a fin a su profesión. Por lo que es tácito, preguntarse entre ambos, si saben ejercer su carrera o no, pues no es algo que se deba preguntar, sino demostrar, y además, pregúntense si, no se vería mal, y poco profesional, si nosotros como Histotecnólogo, le preguntásemos a un patólogo, ¿si este sabe diagnosticar?, a ver, creo que sería una falta de respeto grandísima, y con un sinfín de falta de valores inmiscuidos en tal pregunta. Por otra parte, hace juicios de valor, hacia la Universidad de la que el Histotecnólogo menciona que ha sido egresado, mostrando así, otra forma de irrespetar al profesional, y a la Academia que lo ha formado, concluyendo de esta forma, que todo el que de allí ha de egresar, trabaja mal, pero que le otorgará el beneficio de la duda. En este sentido, nos damos cuenta cuando finalizamos dicho ejemplo, que “saber cortar” para esta persona, significaba, cortar más bloques en el menor tiempo, definición, más orientada hacia la productividad que hacia el conocimiento en esencia, de lo que implica “saber cortar”.
  2.  Hemos de notar especial interés por el patólogo, con relación a si el Histotecnólogo tiene aptitud para el área de microtomía por sobre las demás aptitudes o competencias que debe poseer un Histotecnólogo integral, más allá de solo “saber cortar”. Lo que deja ver en entredicho, la forma en la que sería posteriormente la evaluación del joven, durante la semana de prueba y hacia donde iba orientada.
  3.  La evaluación, como se esperaba estaba orientada a la productividad del Histotecnólogo, de la cual habíamos hablado en el principio de este artículo, una productividad sin profundidad en la calidad, sino en la cantidad. Pues necesitaban, no mejores cortes, sino más cortes en el menor tiempo posible. Es decir, que fuésemos más rápidos en una determinada actividad, más allá de los conocimientos que involucra ejecutar la misma, y que sin duda, debe estar por encima del tiempo, pues es la vida de la persona la que en ese momento, esta sobre nuestras manos, no un producto, a medio camino.
  4.  No nos hemos graduado para únicamente dar vida mecánica a un aparato que sin nuestra mano, yace inanimado, sino que además podemos contribuir con él a salvar una vida, en la correcta, limpia e impecable ejecución, particularmente personalizada para cada muestra, tal cual un paciente es evaluado por su médico, en donde este se ha tomado el tiempo necesario para dar lugar al diagnóstico certero, dejando de lado la cola que pueda existir afuera de su consultorio, esperando por que este les atienda. Es decir, en este caso el medico sacrifica su tiempo, evitando de esta manera ganar más dinero viendo más pacientes en el menor tiempo posible, por salvar las vidas tardándose más tiempo en evaluar y no porque este así lo quiera, sino porque así lo amerite el paciente, sea cual fuere. Dejando claro de esta manera, que la calidad de su trabajo, hace que la gente espere por ser atendido, producto de la reputación que se ha ganado, este gran médico y que estamos seguros no ha sido por su rapidez. Así mismo debe pasar con la muestra cada vez que esta se encuentra cara a cara con el Histotecnólogo, en cualquiera que sea el área de procesos, pero para entrar en contexto dentro del ejemplo anteriormente planteado, cuando la muestra ha de llegar al área de microtomía, así, tal cual como el medico se tarda evaluando a su paciente, así mismo, debe hacerlo un Histotecnólogo, cuidando incluir en el corte la cantidad de tejido suficiente relacionada con la que se encuentra en el bloque, para que el diagnostico sea lo más certero posible, así como también haciéndola lo más delgada, para que los detalles puedan ser apreciados con mejor calidad, evitando además, dejar recorridos de muecas por parte de las hojillas, sobre los tejidos, y de echar de lado los pliegues que puedan afectar la arquitectura general del tejido, todo ello, debe hacerse con la meticulosidad más pertinente posible, aun cuando esta implique sacrificar el tiempo de espera de los demás bloques por cortar, pues debemos recordar siempre que incorporemos un bloque al micrótomo, que ha de ser un paciente quien está al frente y no un producto, al cual debemos tratar con respeto y ética profesional, y no como un objeto más. 
Se debe poner un stop, ante estas situaciones.


Esta situación que se plantea, es más común de lo que parece, pues es una regla que en la mayoría de los laboratorios de Anatomía Patológica ha de ser utilizada, para medir la productividad del Histotecnólogo, cuando se desea contratar a alguien, o en su defecto, despedir a quien ya está dentro del cargo, de acuerdo a su índice de bloques cortados entre tiempo tardado. Esta regla, soy participe, como Histotecnólogo, que la misma debe dejarse a un lado, debe eliminarse, porque tiende a buscar otorgarle valor a un profesional, más por su velocidad y por el tiempo que este emplee en ejecutar las tareas, que por la calidad empleada en las mismas, que sin duda ha nacido, producto del conocimiento científico adquirido del estudio y la experiencia, empleado en cada una de las tareas asignadas que por competencia les fueron conferidas como Histotecnólogo al acreditarse en la Universidad. Distinto de la rapidez, que se va aprendiendo con el tiempo, y como mala consejera, tiende a descuidar la calidad y reducir e irrespetar los tiempos de evaluación, a menos que existan equipos de automatización, con márgenes de errores que tienden a fluctuar muy poco, diferente del margen de error mucho mayor que puede existir en la ejecución rápida de las tareas por parte del ser humano, que está demostrado, que cuanto más rápido realice un proceso, más probabilidades tiene de cometer errores. Así que más allá del tiempo, que si bien es importante, no puede estar por encima de la calidad en la ejecución de un determinado proceso, ambos deben ir de la mano, es lo más correcto, pero nunca el tiempo puede predominar por encima de la calidad, diferente de esta, que si debe permanecer imponente y como primer objetivo a lograr, por encima de todo.

Por esta razón, la productividad en la Histotecnología, debe ir de la mano de la calidad, la cual puede obtenerse si hay conocimiento de fondo, y transformar la misma en una cualidad Científica, nunca puede ir ligada a la rapidez, y esta ser transformada en una cualidad mercantilista. Por qué la rapidez, puede dejar de ser una cualidad en un determinado momento, y transformarse en un gran defecto.

Quien preside Histoscientifics fue quien vivió la anterior historia, pero la inspiración y motivación para escribir este artículo, estuvo determinada por la experiencia de muchos otros Histotecnólogos a quienes se les ha cuestionado de la misma manera; y valorado por las mismos argumentos de productividad antes mencionados, y realmente, preocupa este hecho, pues no deja de suceder aun en el año 2017, donde ya esta profesión es reconocida a nivel mundial, donde es impartida por un sinfín de universidades en todo el mundo, donde ya ha evolucionado como profesión, pero que lamentablemente en el campo laboral en muchos países se mantiene en el siglo XIX, viéndose aun como una profesión empírica creada única y exclusivamente para cumplir cabalmente una determinada técnica de forma mecánica, con el mismo mito, de creer que hemos nacido, del micrótomo, a tal punto de escuchar en determinados laboratorios e instituciones que “ quien no sabe cortar no puede llamarse Histotecnólogo” afirmación con la que estoy totalmente en desacuerdo, pues la Histotecnología nace de la histología, de la necesidad de evaluar los tejidos, los cuales para su observación deben pasar por determinados procesos, no solo uno, lo que involucra saber los fundamentos científicos y prácticos de todos por igual, no de uno más que de otros, pues somos un todo, y de nada sirve hacer un buen corte, si previamente hemos hecho una mala inclusión, de nada sirve hacer un buen corte si posteriormente lo hemos coloreado mal, en definitiva, de nada vale dirigir únicamente el esfuerzo por aprender una determinada tarea, cuando el proceso involucra un abanico de éstas que debemos dominar. 

Por estas razones, tenemos que empezar a dejar de lado el tiempo, como objetivo de evaluación en esencia para incorporar a nuestras instituciones, personal en el área de la Histotecnología, pues la productividad de nuestro laboratorio vendrá determinada, no por cuanto más rápido sean nuestros trabajadores en un área en específico, sino por añadidura, cuando comencemos a incorporar personal, con potencial científico, que nos ayude a mejorar como empresas, a desarrollar de manera más eficiente y eficaz los distintos procesos que involucra la técnica histológica, y comencemos a trabajar con los más altos estándares de calidad, logrando obtener preparados histológicos impecables, pues sin lugar a dudas podemos obtener una excelente productividad cuando conocemos el fundamento científico de lo que hacemos y le dedicamos el tiempo que merece, no al contrario. Recordando siempre que hay una delgada línea entre la productividad y la explotación laboral, que debe ser tomada en cuenta en todo momento, pues nunca podemos incorporar más carga de la que una persona puede soportar, solo por el simple hecho de minimizar los costos de la empresa, al evitar contratar a otra persona, que seguramente, en conjunto, puedan cubrir las necesidades empresariales.

Nuestra meta debe ser siempre obtener un preparado histológico de calidad, cueste lo que cueste, ¿Pues cuanto valor podría tener nuestra vida en las manos de alguien mas? lo ética y moralmente correcto; sería el mismo, que nosotros querríamos darle a nuestra vida, si estuviera en nuestras propias manos.
Autor:
Lcdo. Daniel Abrams
Redacción de contenido:
Lcdo. Daniel Abrams









2 comentarios:

  1. En promedio cual es la cifra recomendable de bloques que debe cortar un histotecnólogo?

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    1. Variará en función de los requerimientos de cada laboratorio en particular y en consecuencia del flujo de muestra, sin embargo, más allá del promedio, debemos preguntarnos ¿Como se plantea el laboratorio resolver el flujo de muestras en función del volumen? pues en la respuesta de ello, estarán diferenciados los laboratorios que han de preferir la calidad por encima de la cantidad en cuanto a la contratación de personal, o si ha de ser lo contrario. ¡Un abrazo!

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