La solución a un problema, nace del entendimiento profundo de como ha surgido este, del análisis con detenimiento, que permita la comprensibilidad de sus posibles causas. Y esto, aplica tanto para llevar a cabo de manera mas efectiva, en una nueva oportunidad de ejecución, el desarrollo de nuestras tareas diarias, así como también en el ámbito que a todos nos interesa, como profesionales y que no es otro que el de la Histotecnología. Esto, precisamente nos permite entender de manera significativa un problema, desde su concepción en esencia, y
como éste afecta a su entorno, y no como algo que ha surgido de manera casual y de improvisto dentro del contexto de la técnica histológica. En definitiva, nos evita la consecuente dependencia de la mecanización de los procesos, pues las soluciones suelen fluir mucho mejor, del entendimiento de las causas, y no del acto empírico de fe, donde esperamos observar, si probablemente enmendemos el error.
como éste afecta a su entorno, y no como algo que ha surgido de manera casual y de improvisto dentro del contexto de la técnica histológica. En definitiva, nos evita la consecuente dependencia de la mecanización de los procesos, pues las soluciones suelen fluir mucho mejor, del entendimiento de las causas, y no del acto empírico de fe, donde esperamos observar, si probablemente enmendemos el error.
Aplicar este modelo de resolución, estoy seguro mejorará el desempeño de tus tareas como profesional. Pues debes recordar, que en la Histotecnología; la buena o mala ejecución del paso anterior, condiciona directamente el paso posterior, léase bien con detenimiento la frase anterior, por que encierra una gran verdad, en la que se hace referencia, a que probablemente no podríamos proseguir con el feliz término del determinado proceso, si uno de los pasos, tiene un error, del cual no se tiene conocimiento alguno, del como y porque ha surgido este. Lo que quiere decir que en el procesamiento histológico, no existen casualidades, sino causalidades verdaderamente importantes, cuando de tratar a nuestros pacientes se refiere.
Y si, quizás te preguntarás por que hago referencia a esa grandiosa frase expuesta anteriormente -nuestros pacientes- y la razón de ello, es que justamente en ese momento en el que la muestra pasa a través de la puerta de nuestro laboratorio, se ha de transformar en nuestra responsabilidad directa, y por tanto, se ha de convertir en nuestro paciente, que si bien no esta físicamente como persona, si está parte de su angustia, dolor, e incertidumbre, reflejada en una pequeña o gran parte de su haber físico, representado en una muestra tisular, y muchas veces ha de olvidarse, ese gran e importante detalle, trayendo como consecuencia la falta de ética para con el trato de la misma, y esto sin duda, es un grave problema, que si profundizamos y analizamos el mismo, bajo el modelo de resolución anteriormente descrito, nace de un erróneo concepto de apreciación de la muestra, donde se le otorga un significado, de materia inerte, la cual debe pasar por un proceso esencial para ser transformado en otro objeto inerte de estudio, dejando de lado la humanización del procesamiento, entendiendo este como la falta de trato afectivo, de cada muestra que se recibe. Y quiero aclarar, que el sentimiento afectivo involucrado de manera directa, puede tener repercusiones en los procesos científicos sin duda alguna, pero no por ello podemos dejar de pensar en cada muestra, como pacientes, que ameritan urgentemente de un diagnóstico, pues no hay sentimiento mas desagradable para un ser humano, que la incertidumbre de no saber que es lo que patológicamente le afecta.
Por ello, debemos hacer ese ejercicio de visualización de cada muestra, no como materia inerte, sino como alguien que tiene su confianza puesta en nosotros. Y solo así podremos incorporar en nuestros saberes como histotecnólogos, la ética en la aplicación de ellos, en los distintos procesos técnicos contribuyentes a la puesta en escena del diagnóstico. En este sentido, no debemos tomar la muestra como un producto, que debemos culminar a tiempo, por que nuestro patrono así lo exige, tal cual lo hace una empresa manufacturera , que lleva a cabo el desarrollo de un determinado artículo, que luego sera puesto a la orden del público para su venta.
Por tanto querido amigo, quiero hacerte saber, que no somos una empresa manufacturera, somos una empresa que presta servicios, los cuales deben ser cautelosos y adecuados para con cada uno de quienes deciden adquirirlo, que en definitiva, no han de ser otros que nuestros pacientes, pues esta vez lo que esta en juego no es el pago por el procesamiento de la muestra, sino el diagnóstico que encierra la calidad del procesamiento de la misma, y sin duda alguna la calidad, como ya hemos mencionado, pasa en primer lugar por la aplicación de la ética profesional en su amplio haber, dentro del procesamiento histológico.
En este orden de ideas, cabe preguntarse lo siguiente ¿Hasta que punto, debemos dejar de preocuparnos de lo que sucede en nuestros laboratorios desde el punto de vista ético, durante el procesamiento?, si de no hacerlo, mas adelante, cuando al diagnóstico se refiera, el mal trato previo tanto ético y por consiguiente técnico, a nuestro paciente, que no ha de ser otro que la muestra misma, nos puede llevar a la no contribución para salvaguardar la vida de un ser humano. Y de esto, ser así, debemos cuestionarnos como profesionales, pues preservar la vida, debe ser nuestra mayor contribución como Histotecnólogos, y en definitiva, nuestro mayor objetivo profesional.
Autor:
Lcdo. Daniel Abrams
Redacción de contenido:
Lcdo. Daniel Abrams
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